Ladrón llora inconsolablemente al ser detenido

'Chavito ' era el llorón de Barrios Altos. Libre, cazaba como un ave de rapiña; atrapado, era una mansa paloma. A la hora de robar, no daba ni una gota de piedad, pero si se trataba de pedir misericordia, lo hacía hasta las lágrimas.

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Con solo 24 años de edad, José Gutiérrez Macuri se había convertido en la pesadilla de conductores y pasajeros en Cercado de Lima. A plena luz del día y de noche desvalijaba a quien se encontrara en su camino.

Su último atraco fue en el jirón Huánuco. Tras arrebatar un celular en su bicicleta, se dirigió al jirón Paruro para intentar venderlo. Grande fue su sorpresa cuando no encontró el teléfono e, inmerso en la desesperación, decidió buscarlo sin sospechar que los agentes de la Depincri Cercado ya habían sido alertados por el Serenazgo.

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Tras derramar lágrimas por varios minutos, José Gutiérrez decidió confesar. Sin embargo, ni su llano ni su intento por justificar su terrible accionar le sirvieron. Una imagen valía más que mil palabras.