Junta Nacional de Justicia bajo la lupa: detalles de las entrevistas a candidatos

El exfiscal supremo Víctor Cubas Villanueva dijo que un sector judicial se habría opuesto a que llegue a la JNJ

Víctor Cubas Villanueva, postulante a la JNJ.

“Tengo todo el derecho a presumir que es un pequeño sector, pero muy influyente del Poder Judicial que le prestaron apoyo al señor [José Luis] Lecaros para ser presidente, los que se han opuesto a que llegue a la Junta Nacional de Justicia”, dijo a Cuarto Poder el exfiscal superior Víctor Cubas Villanueva, exfiscal del caso La Cantuta en el año 1993. 

Cubas fue uno de los tres postulantes que hace una semana y media llegaron a la etapa final del concurso para integrar la nueva Junta Nacional de Justicia (JNJ), la institución que debe reemplazar al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), que fue cerrado por el escándalo de ‘Los cuellos blancos del Callao’. Pero la entrevista, la última etapa de la evaluación, fue su freno. 

El pasado lunes 24 de junio, el titular del Poder Judicial le hizo varias preguntas sobre sus supuestos vínculos con la fiscal del fujmontesinismo, Blanca Nélida Colán, y con el propio Vladimiro Montesinos.

La otra mitad de su interrogatorio estuvo dirigido a los presuntos nexos del exfiscal Cubas con el expresidente Ollanta Humala y su desempeño en el caso Madre Mía.

Por supuesto, Lecaros también les hizo preguntas a los otros dos aspirantes a integrar la Junta Nacional de Justicia, David Dumet Delfín, aquel de los comentarios agraviantes e insultantes que escribió en su cuenta de Twitter, y Pedro Patrón Bedoya. Estas fueron las interrogantes, mejor dicho, la interrogante, de Lecaros a Dumet.

Luego de las entrevistas, la comisión evaluadora declaraba ganador del concurso a Pedro Patrón Bedoya, quien debía juramentar el día siguiente, jueves 25 de junio. Pero, como ya es sabido, esa mañana el diario La República reveló documentos que mostraban que este postulante tenía una sentencia condenatoria por doble cobro de sueldo del Estado, cosa que el aspirante no había informado a la comisión, así que el proceso fue declarado desierto.  

El 27 de junio Víctor Cubas envió una carta al presidente de la comisión, el defensor del Pueblo Walter Gutiérrez, con este duro párrafo:

“Me resisto a creer que la actitud prepotente y arbitraria del señor Luis Lecaros Cornejo, quien indudablemente representa los intereses de los magistrados públicamente cuestionados, puesta de manifiesto durante la entrevista a mi persona, haya sido secundada por el defensor del Pueblo, que debía ser la reserva moral del país, e igualmente por el señor contralor general de la República. Me pregunto, ¿qué intereses hay de por medio para adoptar una decisión tan arbitraria que solo beneficia a la corrupción y la impunidad?”, refirió.

Antes de esto, Cubas habría sido cuestionado por la adquisición de un departamento en el año 2009, supuestamente a través de un crédito hipotecario.

El punto del departamento es importante porque la resolución de la comisión que declara a Cubas oficialmente desaprobado del concurso no hace ninguna referencia a Montesinos, a Blanca Nélida Colán o a Madre Mía. Dice que el motivo su descalificación fue el departamento. 

Víctor Cubas explicó que adquirió la propiedad con el pago que le hiciera el Ministerio Público de devengados por ejercicio de la función fiscal y por compensación por tiempo de servicios, toso por un total de 120,835 soles, entre otros. Detalló que finalmente recibió cerca de 250 mil soles.

Es cierto, Víctor Cubas no adjuntó esta documentación al oficio simple que explicaba la procedencia de los 250 mil soles con los que adquirió el inmueble, más otros ahorros. Pero al parecer tampoco lo hizo el postulante Pedro Patrón Bedoya, quien requerido por la comisión para que explique por qué no había consignado algunos muebles, inmuebles y vehículos en su declaración jurada, y respondió con una carta igualmente simple. El contralor Shack, Gutiérrez y Lecaros no lo cuestionaron.

Parecería que la comisión midió a los candidatos con distinta vara. O a lo mejor con distinto ojo y distinto celo, o, tal vez, con distinto color, el color del saco, de la corbata o del cuello de la camisa. 

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