Exigen captura de sicarios que asesinaron a productor musical

El joven policía en retiro era extorsionado desde hace varios meses tras organizar grandes espectáculos en Lima Norte.

Foto y video: América Noticias

Era un hábil pianista, diestro timbalero y experto cajonero. A sus 29 años pasó de ser policía a convertirse en productor musical. Anhelaba ser el mejor percusionista y un buen creador de evento, un sueño, que le fue arrebatado el mismo día que se negó a ceder a las extorsiones.

Carlos Alberto Loyola Alva, conocido en el ambiente artístico, organizaba grandes conciertos en conocidas piscinas del cono norte como también en discotecas a nivel nacional. Empezó tocando en agrupaciones, para contratarlas a fin de realizar grandes espectáculos.

Tocando el piano eléctrico, es Carlos, en ese entonces, era un suboficial de tercera que integraba la orquesta de la policía. Había ingresado hace 9 años a la institución y con orgullo, portaba el uniforme, al mismo tiempo que se desempeñaba en lo que más amaba, la música.

Ahogados en un inmenso dolor, sus padres, no pueden evitar desmoronarse, al escuchar esta canción que cala los huesos, con tan solo oírla. Una de las pocas producciones que guardan de su orgulloso hijo, pues, incluso, se había presentado en Palacio de Gobierno, cuando Martin Vizcarra fue presidente.

Su madre sigue sin creer, la terrible forma como asesinaron a su hijo, se aferra a sus recuerdos, mientras que su padre sostiene la gorra policial, que guarda con tanto amor.

En el lugar, la policía encontró 13 casquillos de bala, pero fueron 10 los que impactaron en todo, el cuerpo de Calincho, como le decían en el barrio. Sus vecinos con la mirada atónita observaban la escena de este horrendo crimen, pues, no podían creer que el cuerpo de este joven de 29 años, quien era muy querido en la zona, yacía sin vida, rodeado por proyectiles.

Al parecer, dejar la institución policial para dedicarse a lleno, a organizar eventos le costó la vida, pues, venía siendo extorsionado hace varios meses, por criminales que le pedían miles de soles para dejarlo trabajar.

Carlos Alberto era el primogénito de la familia Loyola Alva, el hijo hombre, el esposo amoroso y un padre abnegado. Él que soñaba con algún día tener su propia escuela de música y enseñar todo lo que él había aprendido.

Desde muy pequeño era diestro manejando el piano eléctrico, por lo que, a sus 15 años, llegó a compartir escenario con cantantes de talla internacional, como Roberto Blades y Antonio Cartagena.

Sus padres recuerdan, que Calincho de niño, siempre quiso ser artista, pues, llevaba en la sangre la vena musical. Tocaba más de 9 instrumentos. Momentos, que ahora, sólo quedarán en el recuerdo de sus progenitores y de sus amigos, los mismos que lo despidieron con la música que él tanto amaba, en un masivo velorio, donde a ritmo de salsa sacaron su féretro para trasladarlo al cementerio de la policía en Chorrillos.

Ahí, mismo, le dieron el último adiós a Carlos Alberto Loyola Alva, un joven que deja a una pequeña niña en la orfandad, una muerte más que se suma a la larga lista de personas asesinadas por extorsionadores que vienen cobrando cupo a emprendedores.

Relacionadas