Conoce a las 4 mujeres que defienden las Lomas de Amancaes de los traficantes de tierras

Durante el verano la zona luce seca y aprovechada por los traficantes de terrenos

Las cuatro mujeres son las únicas que enfrentan este problema

Durante el invierno en las Lomas de Amancaes, el verdor cubre de lleno el lugar y acaricia las rocas como una suave alfombra. Es uno de los pocos sitios en Lima donde se intenta salvar a La Flor Amarilla que inspiró a la recordada Chabuca Granda.

Haydee Cerrón profesa un idealismo invero símil, un amor brutal por este lugar. Ella, junto a otras tres mujeres, busca la preservación de esta olvidada zona del Rímac, donde los traficantes de terrenos han encontrado el espacio ideal para su ilegal negocio.

Las Lomas de Amancaes tienen una superficie de 237 hectáreas. Abarca los distritos del Rímac, Independencia y San Juan de Lurigancho. Durante el verano todo luce seco. Es la temporada favorita de los traficantes de tierras. Así se han perdido varios metros cuadrados. Las pocas especies animales viven entre piedras y escondidas en su propio hábitat.

Desde el 2013, este lugar fue considerado un ecosistema frágil por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR). Unas imágenes muestran el riesgo que representa vivir en esta zona. El desplazamiento de estas rocas puede sepultar a cualquiera. Pero eso no les importa a los traficantes de terrenos.

Las cuatro mujeres son las únicas que enfrentan este problema. Ellas trabajan estoicamente en la reforestación y mantenimiento de Las Lomas.

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