Costa Verde: critican proyecto emprendido por la gestión Castañeda Lossio

La construcción de un malecón que restringe el acceso al mar genera nuevos cuestionamientos a la MML.

Cuarto Poder abordó las críticas en torno a este proyecto de la MML. Foto: archivo El Comercio

Esta es la última iniciativa de Luis Castañeda Lossio, el alcalde de Lima, en las playas del litoral limeño: la construcción de un malecón o paseo peatonal en el corazón de Pampilla y Punta Roquitas, la zona más estrecha de nuestra Costa Verde.

Tal como informó ‘Cuarto Poder’, se trataría de una obra complementaria a las que se han venido haciendo para activar el tan mentado tercer carril del tradicional circuito de playas. Algo que ha enfrentado nuevamente a la autoridad con vecinos y activistas.

[LEE: Castañeda Lossio: Ciclovía de la Costa Verde es totalmente transparente​]

Ha sido, sin duda, una semana difícil para Castañeda y eso se podía desprender de sus palabras. A las objeciones a las obras en la Costa Verde, se han sumado críticas en plan de sorna respecto a una supuesta copia en el diseño del nuevo centro comercial de El Hueco de la Avenida Abancay y a un redireccionamiento del presupuesto edil a favor de construir casas solidarias en algunas zonas de la capital. Un emblema suyo en la última campaña electoral municipal.

Pero es sobre todo el levantamiento de estos pilotes en playa La Pampilla, para dar paso a una suerte de malecón – ciclovía, lo que ha vuelto a poner sobre el tapete la forma de trabajo del alcalde limeño. Para algunos, vertical y con escasa participación ciudadana.

En abril, policías se enfrentaron a un grupo de bañistas y surfistas que quisieron impedir la colocación de rocas en La Pampilla, una medida empleada por la municipalidad para proteger el tercer carril, pero que afectó gravemente las dimensiones y la estructura de una playa conocida y reconocida como punto de encuentro y de práctica del surf, un deporte que ha conseguido no pocos reconocimientos para nuestro país.

En mayo, un oleaje afectó gravemente la estructura de este carril, pero a pesar de ello  y del malestar del vecino, las obras continuaron, convirtiendo a la Costa Verde en un acceso en donde los vehículos tranquilamente superan los 80 kilómetros por hora a escasos metros de bañistas y surfistas.

Despierta curiosidad el sentido de prioridad de la gestión municipal actual. Mientras levantan contra viento y marea el malecón o ciclovía, hay puentes que son elefantes blancos a lo largo de toda la Costa Verde. Sí, fueron levantados en la gestión anterior, pero ¿por qué no ponerlos en funcionamiento, ante cualquier eventualidad de la naturaleza?

Relacionadas