Congreso: La deuda de S/ 28 000 que revela una orden de servicio llena de irregularidades

El ingeniero encargado de formular el expediente técnico del polémico policlínico del Congreso reclama el pago que le debe el Legislativo desde 2020

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Enrique Ahumada Peña es un empresario a quien el Congreso parece deberle mucho, y que ahora revela nuevos secretos que muestran que ya desde el 2020 el Parlamento estaba decidido a hacer realidad la polémica construcción de un centro médico.

Ingeniero de profesión, su empresa formuló el expediente técnico de una obra que el Congreso de la República buscaba hacer realidad cuando Manuel Merino era presidente de la Mesa Directiva, pero a la fecha, sigue reclamando que le paguen y no le hagan perro muerto.

Esta historia comienza el 21 de julio de 2020. Enrique Ahumada estaba en su pequeña oficina de Zárate en San Juan de Lurigancho (SJL) cuando, de pronto, entró un correo a su bandeja electrónica.

La remitente era Sandra Torres Gavilano del departamento de Logística del Congreso de la República, quien invitaba a su empresa, EAZAAC PROCOM SAC, a presentarse como postora en el servicio de consultoría para la elaboración del expediente técnico del centro médico del congreso.

El misterioso correo daba menos de 24 horas para que la empresa de los Ahumada, EAZAC PROCOM SAC, envíe su cotización y pueda participar de la entonces denominada “Adjudicación sin proceso”.

En ese momento, el padre de Enrique, Telesforo Ahumada Velásquez, era el gerente general y estuvo de acuerdo con postular pese a que la empresa no contaba con un requisito fundamental para hacer negocios con el Estado, el Registro Nacional de Proveedores (RNP).

En la avenida Gran Chimú en SJL, parecen surgir nuevos negocios y oportunidades para todos aquellos que buscan un presente mejor. En medio de esta zona comercial, la empresa de los Ahumada tampoco fue ajena a un ruidoso golpe de suerte.   

Solo dos semanas después, el 7 de agosto de 2020, otro trabajador del congreso, Arturo Ríos Pérez, del Grupo Funcional de Compras, envió un nuevo correo notificando a la empresa de los Ahumada la orden de servicio 0000370 mediante la cual quedaba seleccionada para realizar el expediente técnico del centro médico del Legislativo.

Se estaba poniendo en marcha un proyecto que requería un acuerdo de la Mesa Directiva, pero que en ese momento no tenía.

Estas son algunas fotografías que Enrique Ahumada se tomó al interior del Congreso de la República. Era su primera experiencia como consultor en el Estado e iba registrando cada avance de obra.

Tomó alrededor de 60 días cumplir con las fases previstas en los términos de referencia que al inicio contemplaba un centro médico en un terreno de 170 m2 con ambientes principales como consultorio odontológico, tres consultorios de medicina, tópico para procedimientos de consulta externa con baño propio, triaje, farmacia, hall de ingreso con espera, comedor; entre otros ambientes para comodidad de congresistas y trabajadores del Parlamento.

Estas fotografías en 2D son parte del expediente técnico que elaboró la empresa de Enrique Ahumada y que finalmente proyectó una obra de 206 m2 valorizada en 1 millón 500 mil soles. 

En busca de conseguir que el Congreso le pague, Enrique Ahumada solo ha dado pasos perdidos. Cuenta que su padre murió de COVID en mayo de 2021 dando pelea por los 28 mil soles de un servicio que hasta hoy no pretenden reconocer.

Pese a que Enrique Ahumada ya había entregado el trabajo, en setiembre de 2020, el Congreso anuló la orden de servicio 370 y le solicitó al tribunal de contrataciones del Estado sancionar a la empresa por no contar con el Registro Nacional de Proveedores. El Congreso en noviembre giró una nueva orden, que también quedó sin efecto  

En diciembre de 2020 se giró una tercera orden, la 745, cuando ya contaban con RNP y Ahumada volvió a entregar por tercera vez el expediente técnico con más de 750 folios y un CD con archivo digital, que parece se hizo humo tras la salida de Merino del Congreso para asumir como presidente de la República.

La actual gestión del Congreso confirmó que este caso estuvo lleno de irregularidades y que se abrió procesos administrativos a los funcionarios implicados. En el colmo de todo, pese a que no le pagaron, parecían seguir interesados en hacer negocios con la empresa de Ahumada y la invitaron a participar de otro proceso, esta vez del servicio de consultoría para la puesta en valor del Museo del Congreso, pero los Ahumada ya parecen estar curados de espanto.

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