Audio revela diálogo entre acusado de violación y su joven víctima

Muchacha de 20 años acusa a su amigo de la infancia y otro sujeto de haberla ultrajado a la salida de una fiesta

Joven denuncia haber sido violada tras salir de una fiesta.

Un audio exclusivo pone al descubierto otro caso de violencia sexual contra una mujer. La voz le corresponde a una muchacha de 20 años que le reclama a su supuesto agresor por, según ella, haberla ultrajado junto a otro hombre a la salida de una fiesta.

Denunciante: Aquí la afectada soy yo, el daño ya me lo hicieron.  

Presunto Agresor: sí, si yo te he hablado, pero claro p…has estado en alcohol y yo te he hablado, porque firme yo he estado más pasado que huasca, tú sabes que yo me meto como m…

Ella es una de las tantas jóvenes que muchas veces confían demasiado sin percibir los riesgos. Luego de bailar en viernes Santo, ella y su amiga salieron del boulevard de Zárate de regreso a su casa, pero en el camino se encontraron con Tayler Ponte Cotrina, un amigo de la infancia, quien las invitó a subir a un carro donde habían otros tres muchachos. Al final, luego del baile y la diversión, las jóvenes aceptaron pasear y beber whisky en la Costa Verde.

Entrevistadora: ¿Usted estaba mareada?

Denunciante: No señorita, yo estaba consciente.

Entrevistadora: ¿Salió de la discoteca mareada?

Denunciante: Yo había tomado muy poco, solo había ido a bailar

De pronto, ella, asegura, que su amiga se bajó del auto con engaños y entonces se quedó sola. Tayler Ponte Cotrina, y otro joven a quien no identifica, la llevaron a un hostal del Rímac y, según el testimonio que ha brindado a la Policía, la forcejearon y la tiraron al piso hasta que quedó inconsciente. La joven dice que intentó defenderse, pero que, finalmente, se habrían aprovechado de ella.

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Tayler, a quien señalan como uno de sus agresores, buscó a esta joven y, sin saber que era grabado, le dijo que él y su amigo, a quien conocen como “Cholo Domingo” o “Cholo Darío”, están asustados por la situación legal que temen podría llevarlos a prisión y, a toda costa, quieren pagar para que esta joven no los denuncie. El siguiente es un fragmento de la conversación que ambos jóvenes sostuvieron.

Denunciante: me golpearon y si me moría, ¿y si me moría en ese hotel?, me violaron, estoy mal, me siento mal moralmente, estoy mal sicológicamente, encima me han dejado marca

Presunto agresor: Que enfermo es. Ya escúchame, pero cuál es la solución…

¿Cuál es la solución?, pregunta Tayler Ponte Cotrina. Esta joven pasó por el médico legista; sin embargo el examen salió negativo y ella lo cuestiona, pues se sentía adolorida, tenía laceraciones en varias partes del cuerpo y un daño sicológico que no puede manejar.

En el Perú, muchas veces, las comisarías son el punto de partida de un nuevo maltrato hacia las víctimas de ultraje, pues sienten que sus denuncias caen en saco roto. Es por eso que el Ministerio de la Mujer instalará 50 centros de emergencia a nivel nacional en las delegaciones policiales, para servir las 24 horas del día, de soporte quienes se atreven a enfrentar legalmente a sus verdugos.

Cuarto Poder buscó a los implicados en el barrio de San Juan de Amancaes, en el distrito del Rímac, pero sus familiares señalaron que ellos no van a  declarar pues  se consideran inocentes. Lo cierto es que el caso de Jhon Taylor Pizarro Coronel ha abierto una ventana para que más personas se atrevan a denunciar a sus agresores.

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Hay otros 40 denunciados por violación sexual que la Policía busca para llevarlos a los tribunales. Por ellos, el Ministerio del Interior ofrece recompensas que van entre 10 y 20 mil soles. Pero hay un dato preocupante más: El primer centro de emergencia mujer instalado en una comisaría está en Cerro Colorado, en Arequipa, y en menos de 15 días ya ha recibido 150 denuncias por agresión sexual.

A la fecha hay además 390 requisitoriados por este delito. Con ellos libres, o con historias que carcomen en silencio a nuestras jóvenes violentadas, no podemos vivir en una sociedad con el fantasma del miedo, pero sí podemos abrir puentes de comunicación y guía entre nuestros hijos y familiares sobre todo ahora, en tiempos tan violentos como los que vivimos a diario.
 

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