Las 19 del 2019: La Amazonía sufrió una de las mayores catástrofes de su historia
Una serie de incendios forestales afectaron la selva amazónica
En 2019, las imágenes de los incendios en nuestra Amazonía marcaron pauta de los noticieros de todo el mundo, más no la agenda política de la comunidad internacional. Ante la ineficiencia de la clase dirigente y la ambición económica, la selva sufrió una de las mayores catástrofes de su historia.
El pulmón del mundo quemó durante meses en este 2019 sufriendo una de las mayores catástrofes de su historia. El fuego, cual caudillo ambicioso, no respetó las fronteras preexistentes y fue a la conquista de los bosques tropicales de Bolivia y Paraguay, pero sobre todo de Brasil.
La Amazonía brasileña perdió 9 mil 762 kilómetros cuadrados de vegetación en este 2019, lo que constituye la mayor deforestación de la década. En agosto de este año, desde el espacio, el mapa de nuestro continente se fue tiñendo de rojo. Entre la primera semana de enero hasta la primera de septiembre hubo 91 mil 893 incendios que hicieron de Brasil, Bolivia y Perú un estado sin fronteras.
La clase política, sin embargo, prefirió apartar la mirada de la nube negra que se iba levantando ahí donde antes reinaba el verde, acabando con un ecosistema increíblemente diverso y cegando a los indígenas que la habitaban de una furia capaz de polarizar la región en los meses siguientes y, previsiblemente, por años adelante.
Ardió en silencio la Amazonía y la comunidad internacional, que se mostró tan sensible con el incendio de Notre Dame, tardó semanas en reaccionar, recién lo hizo de cara al G7 de Biarritz.Tardía e impar, la lucha para apagar el fuego movilizó fondos internacionales y a la región entera, ofreciendo a su clase política la posibilidad de tomar un liderazgo.
Un movimiento internacional de niños y adolescentes – sin derecho al voto-, sin embargo, no le dio crédito. Tomó la delantera, burlando las clases del viernes, para tomar calles y plazas de las más importantes ciudades del mundo exigiendo acciones y no palabras contra el cambio climático.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue acusado de no lidiar con los incendios a tiempo y de haber facilitado la deforestación en pos de la explotación económica en desprecio del papel vital que juegan los indígenas en la preservación del pulmón de la tierra.
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